- ¿Por qué lo hiciste? -Le espetaba Anabelha en medio de una de las infinitas discusiones que habitualmente, se sucedían en los calurosos mediodías cargados de; lo espeso, lo denso, en la Casa de los Quintero. Anabelha no podía entender como su hijo, su único hijo, heredero de un linaje envidiado por los hombres de la caribeña ciudad y deseado por las mujeres más respetadas de la misma, había decidido –en una mala hora- unirse a esa cualquiera.
Años antes Tomas ya era reconocido como un joven idealista, músico y luchador por las causas sociales. Su afición por la fotografía lo había llevado a retratar el alma de la ciudad, con sus contrastes y colores, a su vialidad y a su podredumbre. Tomas había decidido refrendar su vida a simplemente mejorar las cosas, simplemente eso.
Los Quintero habían llegado a la costa a principios del siglo anterior, los buenos negocios y el trabajo duro, así como la utilización de un banco de favores había logrado hacer de la familia una de las más respetadas y queridas de Maracaibo. Por esa razón cuando Anabelha, matriarca de la familia, en una tertulia con las amigas del club al momento del café, se enteró que su hijo frecuentaba los bares de póquer y música barata, sintió que el apellido le reclamaba como un fuego intestinal.
En el patio los gritos de los alcarvanes azuzaban a madre e hijo. –porque la amo coño- los brillosos ojos amenazaba una vez más dejar a Tomas sin más alternativa que dejar la discusión a medio andar, no podía comprender que su propia madre no le diera su bendición, que no haya asistido a su boda, donde prometió entregar su vida a María Cecilia.
El chillido de las campanas de la vieja grabación sonaban al compas de la brisa, los viejos parlantes del campanario, donde alguna vez hubo campanas italianas parecían apagarse cada vez. Dentro de la iglesia acompañados del zureo de palomas, santos tristes, andamios y un puñado de amigos, la sonrisa de Tomas era esplendida al momento de voltear hacía ella para descubrirla del velo. Ella detrás de la mantilla con su mirada, la misma que en una noche mientras escuchaban una vieja canción de Miguelito Valdes, se cruzaría con la de él para no separarse jamás.
“Si pensaba en ti
para mí no era vida
si pensaba en ti
para mí era sufrir
tu bien sabias mi cielo
que yo te quería
tu bien sabias mi vida
que yo era así...”
-Ten cuidado mira que el póquer es tan o más peligroso que las mujeres, uno sabe cuando comienza a jugar pero no sabe cuándo es la última mano-.
-Sólo quiero tener una excusa para estar contigo-.
“Si pensaba en ti
para mí no era vida...”
La música era un acompañante infaltable de las largas noches en la taguara, donde Tomas llego con la intención de captar el espíritu de los locales nocturnos del malecón, unos garitos donde aficionados a la música buscaban propinas de los clientes y los clientes buscaban suerte en el amor o en el juego, no en ambas.
“Pero jamás tu a mi me engañaste
yo se que tu nunca me adoraste,
tampoco quiero de ti olvidarme
y sin embargo quererte no quiero
pues tu corazón solo está
hecho de hielo...”
…
Como testigo silente de las amarguras de Anabelha, con apacible semblante, con mirada férrea, el siempre muchacho de la casa había visto como los Quinteros siempre habían vivido una realidad puertas adentro y otra más allá del picaporte.
Criado dentro de las paredes de la casa, compañero de juegos de Anabelha cuando ambos eran muy niños para saber que sus mundos eran diametralmente distantes al día que jugaron a besarse.
-Carlos no puedo más, siento que se me va la vida, es muy duro ver como todo lo que soñé para él lo apostó en una estúpida mano de póquer, Carlos ayúdame-. Carlos Castro no dudaría desde aquel momento hacer lo que fuese necesario para aliviar el dolor de su… señora.
José Briceño
@sophos99
Por si no escuchan la canción:
ResponderEliminarhttp://www.goear.com/listen/cf64823/ojos-malvados-miguelito-valdes
Magnifica pluma, pero la selección musical aún mejor, adereza el suspenso con un gran toque dramático. Juan Carlos, ha trabajar!
ResponderEliminarGracias por invitarme y hacerme parte de la historia. Aquí mis sugerencias y preguntas (siempre con el afán de ayudar a mejorar):La historia engancha, por lo cual creo que se deben construir más los personajes, las escenas, los ambientes, esto ayudará al lector a crear la imagen mental de la historia (El recurso de la canción lo logró en parte). Sin caer en lo simple, pienso que debe reducir el uso de palabras rebuscadas y los excesos de sinónimos, tienden a crear confusión. Como es una sola historia de distintos autores, mi pregunta es: Tienen un coordinar que este vigilando la uniformidad del estilo y la secuencia de los hechos?
ResponderEliminarLo de la secuencia de los hechos es fundamental, sin duda. Lo de uniformidad del estilo, difiero. PAra eso son diferente autores, para darle diversidad, matices y contrastes.
ResponderEliminarGracias @aferraric, pero para que tus comentarios sean procesados debes enviarlos en físico, notariados, original y copia en dos carpetas marrones fibrosas, separadas en sobres de manillas cerrados pero no sellados. Dirige la comunicación a la Asociación Cooperativa FluxMarrón en horario de oficina pública(De 10:00am a 11:00am y de 2:00pm a 2:15pm) de Lunes a Martes en nuestras oficinas ambulantes en el pasillo Guarico del mercado popular "Las Playitas", pregunta por "El Teta".
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